Resurfacing
Entendemos por resurfacing a la formación de una nueva piel después de eliminar la antigua mediante el uso de un láser. Esta renovación permite hacer desaparecer o mejorar todos los signos propios del envejecimiento de la piel: manchas marrones y rojas (lentigos, telangiectasias), arrugas, flaccidez y descolgamiento, sustituyéndolos por una piel nueva. La formación de una nueva capa de piel permite fabricar una gran cantidad de colágeno nuevo y tensar la piel de forma más que notable (efecto lifting o skin tightening).
Aunque la gran mayoría de veces el uso del resurfacing es estético, posee también una indicación médica, ya que la formación de una nueva piel permite también eliminar el daño solar acumulado y las lesiones cutáneas premalignas (queratosis actínicas). Por lo tanto tiene también una acción terapéutica muy efectiva, en especial cuando existen zonas afectadas amplias (cuero cabelludo, cara o escote).
El resurfacing con láser fraccionado ablativo es, a día de hoy, el tratamiento antienvejecimiento que consigue mejores resultados estéticos y con el que todos los otros se comparan (es el “gold standard”). La renovación de la piel obtenida con el resurfacing provoca una disminución muy importante en los lentigos (manchas solares), las telangiectasias (capilares), las arrugas (de la frente, del entrecejo, de las patas de gallo, de los párpados, del código de barras), la flaccidez (de la cara, del cuello, de la papada), el tamaño del poro y el brillo de la piel. No hay ningún tratamiento estético tan efectivo ni completo como el resurfacing, ya que trata todos los signos de envejecimiento y no sólo algunos de forma aislada (como hacen por ejemplo la toxina botulínica, que sólo mejora las arrugas; los rellenos, que sólo mejoran los surcos y arrugas estáticas). Asimismo, es el más eficiente: con una sola sesión se obtiene más resultado que con una de cualquier otro tratamiento estético. Los efectos estéticos se empiezan a percibir a la semana de haber realizado el tratamiento (una vez se han desprendido las costras de las erosiones), aumentando la mejoría durante un periodo de hasta seis meses. Los efectos conseguidos son permanentes.
¿Cómo se realiza el resurfacing fraccionado ablativo?
Se trata de un procedimiento ambulatorio, que no requiere ingreso ni la realización en un quirófano. Los dos días previos al tratamiento y hasta dos días después del mismo se recomienda tomar un antivírico oral si existen antecedentes de haber padecido un herpes simple (esto también es necesario en el caso de emplear rellenos). Una hora antes de proceder al resurfacing, se aplica en la consulta médica una crema anestésica que permanecerá sobre la piel durante una hora. Posteriormente se retira la crema anestésica, se limpia la piel con una solución antiséptica y se aplica el láser. El cabezal del láser se va desplazando sobre la piel a tratar y se va disparando secuencialmente en áreas de un máximo de 2 cm cuadrados.
Como si de un mosaico de baldosas se tratara, estas áreas se van tratando contíguamente. El ritmo del procedimiento es totalmente regulable. Si se trata todo el rostro, el resurfacing tiene una duración de unos 15 minutos, y es molesto solo en algunas zonas (código de barras y zona más próxima a los párpados): en el resto de la cara, las molestias son discretas. Aunque no es necesario, si el paciente lo desea se puede administrar anestesia local en las áreas más sensibles, o incluso se puede emplear sedación para personas especialmente aprensivas. Inmediatamente al finalizar el tratamiento se percibe una sensación de ardor/escozor, parecida a la de una quemadura solar en verano. En ese momento se aplican durante unos minutos compresas húmedas frías para aliviar y después una crema re-epitelizante. En el caso de tratar áreas limitadas (código de barras o patas de gallo), el tratamiento dura escasamente 5 minutos.
¿Qué ocurre después del resurfacing?
Toda la piel tratada se recambia. El procedimiento es exactamente el mismo (pero controlado) que cuando nos cae una gota de aceite caliente: se observan rojez, erosiones, exudado, hinchazón y, posteriormente, costras. Este proceso es necesario para que Al segundo día se empiezan a formar las costras, que se desprenderán a lo largo de 5 – 14 días en función de la potencia empleada en el tratamiento y de la capacidad regenerativa de la piel del paciente. Durante estos primeros días hay que limpiar la cara con agua y jabón tres veces al día y emplear una crema específica para que la curación sea más rápida y segura. produzca una mejoría. Habitualmente, el primer día después del procedimiento es más notable la hinchazón y la rojez.
Por lo general, sobre el quinto o sexto día se puede hacer vida normal y emplear maquillaje. Es absolutamente necesario emplear protección solar FPS50 cuando se sale al exterior.